Ahmed Abdullah*
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) define un accidente nuclear y de radiación como "un acontecimiento que ha provocado consecuencias graves para las personas, el clima o el medio ambiente. Los modelos incluyen efectos letales para las personas, una enorme liberación de radiactividad al medio ambiente y el debilitamiento del centro del reactor". El efecto de los accidentes nucleares ha sido un tema de debate desde que se desarrollaron los primeros reactores nucleares en 1954, y ha sido un factor vital en la preocupación a plena luz del día por las instalaciones nucleares.